Calma en mí
Calma en mí.
Calma. 
Mientras mis ojos ven tanta guerra.
No me invaden ya las mentiras
los necios
los egoístas ni los traidores,
pero a veces lágrimas tibias
se deslizan por el lecho de mi cara
y me recuerdan que alguna vez 
empuñe un arma.