Mi premio nobel de la paz 2012

Mi Premio Nobel de la Paz
Para todos aquellos que tienen motivos para enfadarse y generar una guerra y aun así, siguen adelante con su mejor sonrisa, sin pedir nada. 


Sin un sentido II

—Dime qué sientes.
—Explicarte un sentimiento.
Me arde el alma porque es del alma lo que anhelas saber.
Porque no puedo desmenuzarte lo intangible, inodoro, incoloro...
Porque no hay palabras más allá de la palabra sentimiento.
Porque todo lo que puedo hacer es lanzar metáforas al aire.
Porque es tan profundo y lejano esto que vibra en mí, 
que ni yo llegó a comprender el origen de su existencia.
Y mientras mi silencio te parece un desafío, 
yo 
lucho desesperadamente por comprender lo inexplicable.
   
 
  



 

Sin un sentido

— ¿Eres tú?
Y el mundo dejo de ser el mundo de antes, en un instante.
Y sus pensamientos se volvieron locos.
Y vino la muerte un segundo a morderle el corazón.
Sus labios no habían notado el desastre. Rojos seguían provocándole.
Su voz de azúcar seguía espolvoreando la vida.
¡Pero sus ojos!
A sus ojos los delataban las manos que aletean en el espacio buscando el roce. 
Se acabó por siempre el reflejo de su rostro en aquel negro inmenso de antaño.
Se acabó la belleza adornada, las agitadoras barbas de tres días.
Se acabó un Sentido.
Y en un segundo supo que para conquistarla tendría que crear un nuevo universo.   

 

Correr...

Ha dejado de escuchar el lenguaje sórdido de la ciudad, ahora solo respira vencida ante un corazón poderoso. Corre. Corre sin objetivos. Tan solo la visión pasajera de hojas doradas muertas de frío, copas de árboles semidesnudas, y olor a mojado, dan vida a sus sentidos. 
Correr sin motivos. 
Hacia ninguna parte. 
Correr. Correr. Correr...