Amar


Dejar a un lado del camino los zapatos viejos, las medias mil veces remendadas, la falda hecha jirones, la camisa raída, la horquilla descolorida del cabello, el sostén, las tangas...

Andar pausadamente hasta el claro del bosque invernal, con el calor incesante que genera el palpitar del corazón, y alcanzar la orilla del río donde el agua corre fría, serena, imparable...

Desnudarme ante mí
zambullirme en mi esencia
renacer
amarme