Sublime el ardor de la generación de lágrimas.
Rebosantes las bolsitas inferiores de los ojos,
desbordamiento ocular
agua para dos pómulos baldíos,
riego para los surcos de la sonrisa pérdida,
humedad para los labios agrietados,
calmante para la sed de una lengua
paralizada por una emoción efímera.